cadena

Los humanos al igual que algunos otros seres vivos, nacemos solos; y con el resto de los años, nos hemos ido alejando de tantas y tantas cosas importantes, que volvemos a caer en la soledad. Nos apartamos de quien nos quiere, dudamos de la sonrisa de quien nos la ofrece, mal interpretamos un abrazo, negamos un apretón de manos, y comenzamos a confiar más en el televisor, en el periódico si es que lo leemos, y peor aún: nos preocupamos por el mundo tan sumergido en tantos robos, asaltos, violaciones, pleitos, guerras. Etc. Pero nunca nos preocupamos por lo que nos corresponde hacer para frenar un poco este tipo de actos.

Vemos todo negativo, pero no nos atrevemos a intentar parar el fuego ni en nuestra misma casa. Hablamos de estar en contra de guerras y abusos, y no descuidamos la primer oportunidad para aprovechar del poder.

Y luego, viene otra vez la reflexión contra el mundo que nos puebla. Volvemos a quedarnos solos frente a un ordenador, que nos muestra un mundo como lo queramos ver; como en ese momento se nos antoje verlo. Pero no hablamos con mamá ni con nuestros hermanos, porque hemos llegado cansados y el msn es el único escape a nuestra libertad. Ahí es donde nos sumergimos a compartirle al mundo un tanto de cómo nos sentimos, con nuestros pronunciados nicks y comenzamos a creer en tantas cosas tan tontas que nos llegan a diario en cientos de cadenas que solo saturan nuestra bandeja de entrada.

Y es tanto lo que te mueven dichos correos, que ya no sacas el dinero del cajero automático, por miedo a que te pongan una pantalla falsa y te roben el disponible ¡tal y como lo mencionaba en la cadena la chica que mandó el mail!

Luego, ya no quieres ir al cine porque en otro, dijeron que están poniendo jeringas infectadas de sida y hepatitis en las butacas, y que en el momento que te sientas, te pinchas ¡y te infectas!

Comienzas a dejar tantas cosas en ese momento, y a dudar de tanto, que no sabes en realidad el rumbo de tu vida. No quieres morir, pero tienes miedo de vivir.

Es tan poca la fe que tienes en ti mismo, que tiemblas con cosas tan simples y tan mínimas como lo que es un simple correo mandado quien sabe por qué tipo de ocioso y que ni si quiera es verdad lo que se está diciendo. Y es tanta la fe que le tienes al mail cadena que comienzas a reenviarlo a tus conocidos afirmando lo que dice el mismo, con consejos como:
No uses más desodorante, porque ¡provoca cáncer en la axila!

no dejes el coche en los estacionamientos ni en ningún otro lado aunque tengas que caminar como 7 manzanas por riesgo a que te droguen con la muestra de un perfume para robarte y quizás con suerte ni te violen...

También, no contestar las llamadas telefónicas, temiendo que te pidan marcar el 9 y te llegue una cuenta telefónica de la… porque te robaron la línea y llamaron a tu cargo a lugares que ni tengo idea pero que son muy lejos y muy caro cada minuto.

Suspenda (por favor) el consumo de varios alimentos por los estrógenos ya que se le puede voltear el calcetín. También deje de comer pollo y hamburguesas porque no son más que carne de engendros horripilantes sin ojos ni plumas, cultivados en un laboratorio...una
especie de lombrices como las que usan en MC Donalds para preparar las hamburguesas.

Y luego, comienzas a dudar de toda chica linda que te encuentras en alguna fiesta por miedo a que te robe los riñones y te deje dormido en una bañera con hielo.

También done todos sus ahorros a la cuenta de una niñita enferma que está a punto de morir. Por cierto, curiosa la niña, tiene siete años desde 1993...

Dejé de hacer, tomar y comer tantas cosas, que parezco calaca. Casi me muero de hambre esperando como un tonto junto a mi correo los 150 000 dólares que me mandarían Microsoft y Yahoo por participar en la prueba de rastreo de los e-mails.

El teléfono de ericcson tampoco llegó, ni mucho menos el mentado viaje a disneylandia ¡con todo pagado!

Además tampoco gané el 1'000,000 de dólares en el melate, ni el Ferrari, y sigo esperando la persona de mis sueños ¡que fueron las 3 cosas que pedí como deseo después de mandar a 10 personas el mantra mágico enviado por el Dalai Lama!

Envié más de 500 firmas contra la guerra de Bush en Irak, y en apoyo a la renuncia de Chávez de Venezuela. Y al Bush le valió greña si la guerra se nos vino encima y Chávez, tiene cada vez más apoyo internacional pues no parece tener una salida inmediata.

Mientras tanto, la rutina y el cansancio se burlan de nosotros convirtiéndonos en sus fáciles marionetas. Títeres de circunstancias que no nos animamos a romper por alguna otra cosa. No queremos ser originales y ser nosotros. Nos cuesta trabajo decir un te quiero a quien lo merece. Es mil veces más fácil odiar a alguien que apenas si nos hizo un gesto que no nos gustó, que decirle un te quiero a quien acabamos de conocer y es compatible con nuestra manera de pensar.

Estamos programados más para despreciar y ser indiferentes, que para querer y ser sensibles incluso con nosotros mismos.

Yo propongo a ti que estás leyendo esto. Abre tu corazón y no niegues a otros un poco de tu cariño. Esa es la verdadera libertad y felicidad que aún tenemos como humanos.
Y te voy a decir un secreto. No se a ti, pero a mi, me gusta que me digan que me quieren. Pero más aún, que me lo demuestren con un fuerte abrazo, un apretón de manos o una simple ocurrencia que me sorprenda y me haga sentir querido.
Gracias por tus comentarios ¡son importantes para mi!
Éxitos.